“Mordiendo Carne” (2.019)
Este libro de Clemen Esteban Lorenzo, Mordiendo Carne, es por carnal que se presente, esencialmente un himno de erotismo y amor. Profundamente de amor. Y lo abre con un epígrafe de Jacinto Benavente: De amor no preguntes a los cuerdos; los cuerdos / aman cuerdamente, que es como no haber amado nunca.
Clemen evita lo que tantos poetas arriesgan al querer darse aires de “libres y hodiernos” y al abusar sin criterio, de la palabra cruda, de la palabra mal sonante a martillo; y la evita con altísima expresión literaria. Es elegante fundiendo las imágenes: Te acercas sabiendo cómo fecundar el almíbar de mis labios que se quieren llenar de los tuyos. O este otro pasaje: No existía el tiempo, solo vivimos para la lujuria del momento.
Tiene poemas profundos, llenos de felicidad y seducción:
Eres los días mordidos
que braman la carne.
El hilo que todo lo sutura.
El resorte de lo deseable.
La lumbre donde me sumerjo.
La mirada que se asoma inquieta
a la mañana donde todo quema.
El tiempo empapado
de tu piel.
El vientre que me invita
al perfume del tuyo.
Prólogo
Fernando Cabrita
Escritor y Abogado